Estudiantes, docentes y comunidad en general se reunieron hoy en nuestra escuela para conmemorar el "Día del Veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas", a través de un acto organizado por el Club de Naciones Unidas escolar.
Las estudiantes Agustina Floriani, Delfina Tunut, Jésica Barroso y Paula Álvarez, fueron vertebrando cada etapa de un acto sencillo pero emotivo, donde nuestras banderas e himnos fueron protagonistas así como las palabras alusivas en honor a la memoria de quienes ofrendaron su vida por Malvinas, buscando siempre renovar el compromiso con la causa y reafirmar que la misma sigue siendo una cuestión de soberanía nacional, un reclamo legítimo e irrenunciable del pueblo argentino.
"Sigamos trabajando por una solución pacífica y justa, basada en el diálogo, el respeto mutuo y la paz. Esta es la mejor manera de recordar a los hombres y mujeres que defendieron nuestra Patria con coraje y valentía, enfrentando condiciones extremas".
"Compañeros, compañeras, es nuestra responsabilidad como ciudadanos y ciudadanas, pero sobre todo como argentinos y argentinas, practicar la memoria para que nunca se nos olvide que las Malvinas, ayer, hoy y mañana, son argentinas".
Un agradecimiento muy especial a la profesora Cecilia de la Rosa, coordinadora del Club de Naciones Unidas.
Fragmentos de historia de una causa que nos sigue interpelando
El 2 de abril de 1982, tropas argentinas desembarcaron en las islas Malvinas con el fin de recuperar la soberanía que en 1833 había sido arrebatada por fuerzas armadas de Gran Bretaña. A pocos días del desembarco y toma de las islas por parte de la tripulación argentina, la entonces primera ministra de Inglaterra, Margaret Tatcher, envió una fuerte dotación de militares ingleses para dar respuesta y desplazar a la milicia argentina.
El conflicto bélico resultó ineludible. Si bien fue corto, duró alrededor de dos meses y medio, tuvo resultados contundentemente trágicos: 649 bajas argentinas y más de 500 suicidios motivados por secuelas y traumas de posguerra.
El desalentador escenario político, social y económico que Argentina protagonizaba en ese entonces, funcionó como principal motivación para que la dictadura cívico-militar decidiera, de forma apresurada y sin mayores estrategias militares, realizar un acto patriótico y heroico que mejorara su imagen como gobierno. Sin embargo, el fracaso y derrota de las tropas argentinas deterioró aún más su imagen.
A grandes rasgos, la realidad de la guerra de Malvinas no fue otra que la de una clara desventaja de la milicia argentina frente a las fuerzas inglesas, que estaban mejor preparadas y contaban con un armamento superior en fuerza. Nuestros soldados, jóvenes que fueron alistados de forma obligatoria y otros que lo hicieron voluntariamente, fueron mantenidos en precarias condiciones durante los meses en que se produjo la guerra. La falta de comida, de armamento, de comunicación, de directivas claras y coordenadas precisas, fueron moneda corriente para una misión de semejante calibre.
En noviembre del 2000, a través de la Ley 25.370, el día 2 de abril fue declarado Día de los Veteranos y Caídos en Malvinas en homenaje a todos los combatientes caídos y los sobrevivientes de la guerra de Malvinas y sus familiares.
Actualmente, la disputa por estas tierras se realiza de manera diplomática y forma parte de las agendas en cumbres presidenciales en las que varios países latinoamericanos y del mundo adhieren al reclamo argentino por la soberanía sobre las islas Malvinas.
La esperanza nos asegura que un día volveremos, recuperaremos nuestras islas y veremos flamear allí, otra vez, nuestra bandera nacional.