1912 - 2024
La Escuela de Comercio Martín Zapata ha construido casi 112 años de historia desde su fundación el 29 de junio de 1912, por resolución 296 del gobierno de la provincia de Mendoza.
Surge como escuela de vanguardia para dar respuesta a necesidades sociales del momento que requieren la capacitación de los jóvenes, especialmente de la mujer, en las prácticas del comercio, la administración pública, la industria y la banca. Se otorga a los egresados el título de: Tenedor de Libros y con cinco años el de Contador Público provincial. En 1937 y después de fuertes debates se logra la nacionalización de los títulos, con el traspaso del establecimiento al gobierno nacional, hasta tanto se creara la UNCUYO.
La comunidad educativa de la escuela juega un papel muy importante en la creación de la Universidad Nacional de Cuyo. Según la profesora Adriana Micale (1992):
“Es importante acentuar, la idea de que la base fundacional de la Universidad la constituyeron la Escuela de Comercio Martín Zapata y el Liceo Agrícola y Enológico Domingo Faustino Sarmiento... En realidad, de las dos, la Escuela de Comercio había sido la institución que más luchó y trabajó por lograr una Universidad en Cuyo.”
A partir de la creación de la Universidad Nacional de Cuyo en el año 1939, la escuela pasa a depender de esa jurisdicción, lo que implica el desafío de cumplir con la función de la preparación de estudiantes para su posterior ingreso al nivel universitario. Su estatuto, en el Art. 97 establece:
“La enseñanza secundaria en la Universidad tiene por fin servir a la formación integral y a la preparación y orientación de los alumnos hacia la enseñanza superior. Los establecimientos secundarios deben ser campos de experimentación docente y escuelas modelos en todos sus aspectos”.
En 1943, se realiza una nueva modificación en el plan de estudios. Aparecen, por primera vez, actividades relacionadas con el deporte y el coro que, si bien son obligatorias, revisten el carácter de discontinuas.
En el año 1969, por Ordenanza 1/69 del Consejo Superior de la UNCUYO, nuevamente se modifica el plan de estudios incorporándose el sexto año, con el fin de otorgar a los egresados el título de Bachiller y Perito Mercantil. Con posterioridad, este plan experimenta transformaciones entre 1981- 1990.
En el año 1993, se sanciona la Ley Federal de Educación 24.195, que establece una fuerte reforma a la estructura del sistema educativo argentino. En este marco, el 15 de noviembre de 1995, se produce la reforma del Estatuto Universitario de la UNCUYO y la Asamblea Universitaria toma una decisión estructural: adoptar para las cinco escuelas de su dependencia, sólo el nivel Polimodal. Más allá de las controversias generadas por estos cambios, la comunidad educativa, con un fuerte compromiso y tenacidad, da respuesta al desafío de la adecuación a la nueva ley.
El 28 de agosto de 1997 el Consejo Superior de la UNCUYO, por ordenanza N° 72 y 79 adopta tres modalidades para nuestra escuela: Economía y Gestión de las Organizaciones (E.G.O.), Producción de Bienes y Servicios (P.B.S.) y Humanidades y Ciencias Sociales (H.C.S.)
El 14 de diciembre de 2006 el Congreso de la Nación aprueba la nueva Ley Nacional de Educación, reemplazando el marco jurídico que regía en nuestro país desde 1993. En un contexto político renovado, la nueva ley aparece como el principal referente de un proyecto nacional que busca fortalecer los principios básicos sobre los que se sustenta la educación pública: la equidad, la justicia, la solidaridad, el bien común.
Con la aplicación de la Ley Nacional 20.206 la escuela enfrenta un nuevo desafío: garantizar el ingreso, permanencia y egreso de los alumnos en su trayectoria a lo largo de cinco años de formación, otorgando el título de bachiller con orientación en Economía y Administración, Ciencias Sociales y Humanidades, e Informática.
A 112 años de su fundación, la Escuela de Comercio Martín Zapata, institución pionera en nuestra provincia, e inmersa a través de los años en numerosos cambios sociales, políticos, culturales y económicos, logró adecuarse a las demandas de las distintas épocas que le tocó atravesar.
Su flexibilidad y avenencia la fortaleció como una institución educativa de vanguardia en el conocimiento, crecimiento humano e integración al proyecto social del país, respondiendo así a su mandato fundacional.