La Escuela de Comercio Martín Zapata toma su nombre de un importante político argentino, que siendo legislador por la provincia, fue miembro del Congreso que sancionó nuestra Constitución de 1853.
Don Martín Zapata nació el 11 de noviembre de 1811 en Mendoza y si bien vivió varios años en Chile, participó mucho del ámbito político de nuestro país.
Estando en Chile fundó una Academia de Ciencias y Letras, ejerció la abogacía y fue designado defensor de Pobres ante el fuero criminal. Además emprendía continuos viajes a Mendoza, su provincia natal, por temas laborales. Se dedicó al periodismo y a la enseñanza en una escuela secundaria privada, fue secretario de la Comisión Argentina que presidía Juan Gregorio de Las Heras y tradujo algunos cuentos de Lord Byron.
Pero la faceta pública no lo era todo en la vida de Don Martín Zapata. Poco antes de partir al Congreso Constituyente en el que tuvo un importante rol como diputado por Mendoza, se enamoró de Elisia, hija del gobernador Pedro Pascual Segura. Y mientras trabajaba por la Patria, también trataba de estar cerca de su amada. La distancia dificultaba mucho todo, por lo que Eusebio Blanco, su cuñado y amigo, actuó como interlocutor entre él y don Pedro Pascual Segura. Una vez que Elisia lo aceptó, Martín Zapata envió una carta a su futuro suegro que terminaba del siguiente modo:
“¡Ojalá sea yo tan feliz que pueda inspirarle un cariño igual al que le profeso a ella, y al deseo que me anima de consagrar toda mi existencia a hacer la felicidad de la suya!”.
La pareja contrajo matrimonio el 25 de enero de 1855 en la Iglesia de San Nicolás de ciudad y tuvieron tres hijos: Pedro Martín Rodolfo, Ignacio Manuel y Elina.
El 25 de julio de 1852, Martín Zapata fue elegido diputado en el Congreso Constituyente que debía reunirse en Santa Fe. Formó parte de la Comisión de Asuntos Constitucionales, abogó por la libertad de cultos y votó favorablemente la Constitución Argentina de 1853.
Posteriormente formó parte de la comisión que llevó hasta San José de Flores el texto constitucional para presentarlo al Director Provisional de la Confederación, Justo José de Urquiza, y a su regreso apoyó en todos los tratados de libre navegación de los ríos.
En 1856 fue elegido senador nacional por su provincia, integrando las comisiones de Hacienda y de Negocios Constitucionales.
Durante un receso del Congreso, en 1860 Martín Zapata regresó a su hogar en Mendoza. Él y su familia llevaban una vida sencilla y provinciana, pero todo se vio interrumpido bruscamente el 20 de marzo de 1861. Pasadas las 20.30 horas el terremoto que destruyó gran parte de la provincia de Mendoza, lo encontró alejado de su hogar. El fuego se sumó a la tragedia. Martín Zapata notó la ausencia de su hijo Ignacio Manuel y sin pensarlo trató de rescatarlo. Días más tarde sus cuerpos fueron encontrados sin vida en medio de las ruinas del terremoto que enlutó a toda la provincia de Mendoza.
Este sismo fue el más fuerte de la provincia, con una magnitud de 7,2 en la escala de Ritcher. Destruyó y devastó la capital provincial, causando la muerte de 4.247 personas y cerca de 1.000 heridos, entre una población estimada de 11.500 vecinos.