El Día del árbol o Fiesta del árbol es un recordatorio de la importancia de proteger las superficies arboladas y bosques. Los árboles, entre otros muchos beneficios, transforman el dióxido de carbono, responsable del efecto invernadero, en biomasa, minimizan los riesgos de inundación y evitan la erosión, entre otras muchas funciones.
Los árboles son la fuente de vida indispensable de este planeta, y no sólo hablamos de los ecosistemas de los que forman parte o el simple hecho de que son los “pulmones del mundo”, los árboles son vitales para que el ser humano y otras especies puedan sobrevivir. La vida en este suelo que habitamos comenzó con las primeras formas de vida, cuando las plantas comenzaron a oxigenar el aire y permitieron así la vida tal como la conocemos. Sus funciones son variadas, y van desde transformar el dióxido de carbono en oxígeno, evitar las erosiones de tierra, mitigar las inundaciones por los efectos de las grandes lluvias, hasta de proveer alimentación a la gente gracias a sus sabrosos frutos.
Un poco de historia sobre el día del árbol
En la República Argentina, el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento. Luego, en 1900, por iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos, el Consejo Nacional de Educación estableció el Día Nacional del Árbol, el cual se fijó para el 29 de agosto.
En 1907, Mendoza se convierte en la primera provincia en sancionar una la ley provincial que instituye la Fiesta del Árbol. Más tarde, el Decreto Nº 432 de 1934 dispuso que la festividad del Día provincial del árbol pasara a festejarse el 15 de agosto.
A continuación pueden apreciarse los videos creados por los estudiantes con la mediación de sus docentes del área de biología.