¿Puedo confiar en cualquier página web que aparezca en los resultados de búsqueda de Google?¿En qué debo fijarme para mantener mi información a salvo?¿Cómo puedo saber si una página es segura para comprar online? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacemos, especialmente cuando nos adentramos en el mundo online. Y es que está claro que cada vez son más los y las internautas que compran, navegan o simplemente se suscriben por internet de forma habitual, pero también hay un porcentaje muy alto de personas usuarias que todavía no se sienten seguras a la hora de compartir su información personal y bancaria en la red.
Las estafas en internet, como el phishing o el smishing –método utilizado por ciberdelincuentes para obtener información de carácter personal o bancario– están a la orden del día. Es por eso que saber si una página es segura o no ayuda a mantener todos los datos a salvo y a no caer en manos de un ciberdelincuente que pueda aprovecharse de ellos.
“Tengo una mala noticia para los usuarios: nada es inviolable. Cuando operamos o navegamos por internet, no debemos limitarnos a lo primero que vemos. Lo ideal es que indaguemos un poco más respecto del sitio que queremos ver, informarnos o constatar”, expresó a Unidiversidad la abogada especialista en Derecho Informático y Ciberdelitos Bárbara Peñaloza.
Para la especialista, una de las mejores armas que tiene todo usuario o usuaria que incursiona en páginas de internet –y más si su idea es comprar un bien o alquilar algún servicio– es desconfiar en todo momento. “Hay que desconfiar siempre. Ante un hecho así, debemos tomarnos un minuto de evaluación de lo que me están planteando. Hay que hilar más fino porque, como decía anteriormente, internet te da la posibilidad de rastrear la reputación de una empresa, conocer qué hicieron otros usuarios, hacer una pequeña investigación, corroborar datos, comunicarse con los vendedores del producto. No debemos quedarnos con ese simple mensaje de WhatsApp o de alguna página”, resaltó.
Otro consejo que dio Peñaloza a la hora de comprar por internet y no caer en ciberestafas es siempre elegir plataformas "e-commerce" como páginas seguras y nunca ir por fuera de ellas.
“En las compras online, yo siempre recomiendo utilizar medios seguros que me permitan revertir la transacción en caso de que el comprador nunca reciba una caja de zapatos o le llegue vacía, como ha pasado. Por ejemplo, si voy a hacer compras online, siempre elegir las plataformas de e-commerce que van a actuar como intermediarias en caso de que yo no reciba el producto o no reciba lo que haya pedido. ¿Por qué? Porque, hasta que hago la compra, ese intermediario tiene frenado o bloqueado el monto que yo he pagado, recién va a pagar cuando yo reciba el producto y apruebe la compra. Entonces, si yo nunca lo recibo, se revierte la transacción. Justamente, los estafadores buscan que la gente se salga de ese intermediario. Otra forma son las ofertas por redes sociales: nunca confiarse de los comentarios positivos ni de los descuentos tentadores. Además, nunca utilizar la tarjeta de débito”, subrayó.
El tema de las conexiones es otro de los puntos débiles a los que todo usuario o usuaria de la red deben estar atentos para no caer en estafas. “Hoy, las conexiones públicas son todo un problema si nos referimos a seguridad. Si yo utilizo mi celular en redes abiertas, no puedo tener la certeza de que estas no estén de alguna manera intervenidas a los fines de captar los datos que yo estoy transmitiendo. Si alguien, por algún tema o situación, se conecta a una red pública como, por ejemplo, la del metrotranvía, la de las plazas o las del parque, yo le aconsejaría que no se conecte y mucho menos que ingrese al home banking, plataformas de e-commerce o billeteras electrónicas. No sabemos quiénes operan con ellas”, señaló.
El punto clave está en la denuncia
Peñaloza contó, a modo de ejemplo, que hace tiempo una modalidad de estafa que se instaló en la provincia recaía sobre los paradores turísticos. “Fue una situación muy compleja la que se vivió en la provincia y se dio en momentos en que la gente buscaba vacacionar o tomarse algunos días. Quienes intentaban alquilar una cabaña accedían a las cuentas de Google de estos paradores y se encontraban con direcciones y contactos. De esta manera, quien deseaba alquilar una cabaña se contactaba con una persona que se hacía pasar por el dueño y resultaba estafado. Confiados, llegaban al parador turístico y advertían que no existía tal cabaña o dueño. De hecho, si uno se ponía a analizar la página en cuestión, se advertía que había un página web del parador, pero que había sido adulterada o cambiada”, detalló.
Y advirtió que todo titular de una página que encuentre alteraciones o modificaciones de terceros inescrupulosos debe realizar la denuncia correspondiente y dar aviso a sus clientes por otras vías. Por otra parte, cuando uno va a contratar un alojamiento o servicio, o va a realizar una compra por internet con un desembolso grande de por medio, es conveniente constatar y contrastar la información en varios sitios o rubros.
"Si bien existen peligros en internet, este también nos da la posibilidad de constatar datos, averiguar si la información es verdadera o no, chequear la concordancia de datos”, detalló la especialista, y recalcó que todo delito debe ser denunciado cuanto antes.
Explicó que en Mendoza existen distintos canales para denunciar. "Podemos ir personalmente a la comisaría del barrio, a la fiscalía de la zona o incluso al Ministerio Público Fiscal, que ha puesto a disposición de los ciudadanos un sistema para hacer denuncias online, que es destacado por profesionales y colegas de otras provincias. Si somos víctimas de este tipo de delitos cibernéticos, debemos denunciar. Es la única manera que tenemos como consumidores para detener este flagelo de hoy", selló.