‘Habilidades sociales para cambiar el mundo’ y ‘Estereotipos Incompletos’ son dos títulos de charlas estilo TED que los los alumnos del colegio Martín Zapata subieron al escenario el 23 de agosto en el espacio de Ciencia y Tecnología de la UNCuyo. Lejos de ser charlas improvisadas, esconden largas hora de preparación, ensayo y esfuerzo en el Club TED-Ed que se formó hace unos meses en ese colegio.
Este mismo club se repite en 28 escuelas públicas y privadas de la provincia, fomentado a través de una alianza con Clubes TED-Ed Argentina y la fundación Varkey. Un programa de apoyo a organizaciones educativas que buscan acompañar a los estudiantes en el descubrimiento, la exploración y la presentación de ideas en forma de charlas al estilo TED de entre 3 y 5 minutos de duración.
Se trata de una herramienta muy útil para los establecimientos escolares, ya que según los maestros facilitadores, les permite desarrollar habilidades blandas tales como la expresión, la autoreflexión, la argumentación y el trabajo en equipo, difíciles de abordar en la educación tradicional.
En el Martín Zapata, dependiente de la UNCuyo, implementaron el Club TED Ed como una opción entre los talleres optativos de los sábados. La iniciativa fue de la profesora de inglés Belén Fernández. “Hicimos la convocatoria y terminaron quedando 14 chicos con quienes tuvimos un proceso de 10 encuentros”, relató la docente. “En ese tiempo fuimos atravesando tres etapas y en la última los chicos tenían que descubrir ideas y pensar desde qué óptica la querían contar”, detalló.
El proceso culmina con la presentación final de las charlas ante el público, que en el caso de este colegio es abierto a la comunidad. “La verdad es que los alumnos emplearon muchas habilidades como la escritura, expresión oral, así como la autorreflexión, la perseverancia, la resignificación de la crítica y un montón de habilidades que en el aula no se trabajan”, destacó.
La secundaria Salvador Mazza es otra escuela que implementa este formato, pero en su caso como parte de la currícula. “Tenemos muchos chicos que tienen pendiente Lengua y Comunicación, por eso decidimos sumarlo como un contenido más, con el objetivo de atraerlos para que rindan las materias previas”, precisó Viviana Maturano, regente de la escuela. Así actualmente forman parte del club 60 alumnos de segundo año. “Como es algo nuevo los chicos están muy entusiasmados y entre septiembre y octubre tienen que dar las charlas en público”, adelantó. Evaluarán en diciembre la efectividad de la medida y si cumple las expectativas lo repetirán los años próximos.
En pleno desierto de Lavalle, en la escuela albergue Sede Arroyito, también se sumaron a la novedosa propuesta de trabajo. “Empezamos a implementarla a partir de agosto de forma voluntaria y tenemos 16 alumnos”, contó Sandra Elizabeth Agüero facilitadora de la escuela. Por su modalidad de cursado ellos tienen los encuentros semana por medio.
“Generar estos espacios nos enriquecen porque les da un lugar para construir desde lo que ellos piensan y sienten, además parten de sus propias experiencias y acá en el desierto de Lavalle hay mucho para contar”, resaltó. Con respecto a los aprendizajes adquiridos la educadora enumeró las capacidades para comunicar, transmitir ideas, hablar desde sus propios intereses y trabajar en equipo.
Nuevas experiencias
Uno de los primeros colegios de Mendoza en abrir un Club Ted Ed fue el Tomás Alva Edison. La regente, Romina Iragorre, comenzó a implementarlo hace dos años. “Como era parte de los contenidos obligatorios en un principio hubo bastante resistencia, pero con el pasar del tiempo se prendieron y lo disfrutaron”, recordó. Ella decidió usar esta herramienta para llegar a todos, no solo a los más abiertos para expresarse. “Con esta propuesta desarrollan la habilidad de defender una idea propia, perder el miedo y comunicarse”, enumeró. Como consideran que ha sido exitoso lo siguen utilizando y cada fin de año invitan a los padres a ver las charlas.
En la Escuela Técnica de la Universidad de Mendoza (Etec) este año abrieron su primer Club Ted Ed. En este caso es voluntario y los chicos que lo desean se quedan después de hora. “Aprenden a trabajar con la argumentación, la oralidad, también el tema de la puesta en escena, la proxemia y la gestualidad”, observó Melina Sánchez, profesora de lengua y facilitadora en ese establecimiento. Pero para ella, lo más importante es que les enseña a tener confianza en sí mismos: “Hay un trabajo previo que ellos hacen para decidir de lo que van a hablar y cuando llega el momento confían en todo lo que pueden transmitir y se desligan de los prejuicios”, aseguró.
Para poder implementar los clubes TED Ed en las escuelas un docente debe pedir la licencia y participar de una serie de capacitaciones que generalmente se daban en Buenos Aires. A partir de esta año por una alianza entre Clubes TED-Ed Argentina y la fundación Varkey, las capacitaciones para los maestros facilitadores se brindan en la provincia.
"Armamos un espacio de trabajo en Mendoza en el que les ofrecemos capacitaciones a los profesores que quieren armar sus clubes”, explicó Pablo Sánchez Sandoval, representante de Varkey.
En primera persona
Los alumnos que participan en los Clubes Ted Ed en su escuela, tanto de forma voluntaria como obligatoria, se ven inevitablemente transformados por la experiencia y generan nuevos lazos con sus pares. “Más allá de que sea un taller y algo distinto a mí me pareció re valioso, fue un espacio donde pudimos intercambiar opiniones e ideas y descubrir cosas que no sabíamos de nuestros compañeros”, dijo Agustina Morales (17) del Martín Zapata. Lo más importante para ella fue que su participación involucró una gran cantidad de procesos internos. “Es una oportunidad única que nos va a servir para toda la vida”, remarcó la joven.
Por su parte Florencia Rávida (16), del mismo colegio, relató que entró al taller de alguna manera por descarte y que estuvo a punto de abandonar, pero que decidió quedarse y no se arrepiente. “Aprendí mucho de mis compañeros, se formó un grupo muy lindo y estoy muy agradecida”, remarcó. En su charla ella contó experiencias personales pensando en que pudieran serles útiles a otros jóvenes de su edad.
También compartió su opinión Máximo Miranda (17) quien participó del Club Ted Ed como parte de una materia en el colegio Tomás Alva Edison. “La verdad que fue una experiencia diferente y nos enseñó mucho a poder comunicarnos, aprender a escuchar y lo más importante a desenvolverme en público”, comentó. Para él , en el taller sucedió algo “mágico” ya que les permitió profundizar en el conocimiento de sus compañeros.
“Sin dudas lo volvería a realizar y creo que los chicos que al principio se resistieron también repetirían la experiencia”, subrayó.
Mirada de la DGE
En la Dirección General de Escuelas (DGE) aseguran que es una buena estrategia didáctica para lograr objetivos que trascienden las mismas charlas, tales como el desarrollo de distintas capacidades. “El conocimiento hoy en el mundo tiene vías alternativas que rompen los esquemas tradicionales, una de esas vías que se ha impuesto son las charlas TED por lo tanto nosotros vemos con muy buenos ojos que se desarrolle en las escuelas. Es un canal de comunicación que va a ir en aumento”, dijo la directora de Planificación y Evaluación de la Calidad Educativa, María Julia Amadeo.
Por Carla Romanello - Diario Los Andes